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Corrientes

Perturbador relato de un suboficial al que vejaron en una comisaría

«Nunca viví una situación tan violenta y dramática», dijo. Quedó muy afectado anímicamente.

Un agente de la Policía de Corrientes, de 31 años, con el grado de cabo contó algunos detalles del padecimiento que sufrió en la comisaría de la localidad de Juan Pujol, donde presta servicio.

 

A partir de la denuncia, un oficial y un sargento del Grupo Táctico Operativo  (GTO) quedaron detenidos. Ambos, junto a otros efectivos están acantonados en esa dependencia como refuerzos para procedimientos en esa zona.

 

Enfrentan cargos por incumplimiento de los deberes de funcionario público y torturas. El abogado Gustavo Briend, que asiste al damnificado, dijo a la prensa que pedirá ampliar las imputaciones para sumar la acusación de abusos sexuales.

 

«Me bajaron el pantalón mientras estaba esposado con las manos hacia atrás. No quiero contar lo que me hicieron el oficial y el sargento», dijo el suboficial. La víctima concurrió a los estudios de Radio Dos y relató lo que había padecido. No quiso dar mayores detalles del padecimiento.

 

«Estuve en el Ejército 3 años y vine a Corrientes para sumarme a la policía. Abandoné un profesorado para ingresar a la institución. Nunca viví una situación tan violenta y dramática», recordó.

 

Comentó que, «a tres meses de estar activo, me destinaron a la comisaría de Juan Pujol. Es una situación que me supera día a día. No esperaba que mis propios compañeros de la fuerza me sometieran a un ataque tan repudiable».

 

Expresó que «en la repartición aprendí mucho. Todos los aspirante aprendimos de leyes y de cómo actuar siendo policías».»La comisaría de Juan Pujol fue mi primer destino. Se realizaban operativos de prevención en la localidad y en las rutas», acotó.

 

Manifestó que «el jueves 28 de marzo, en horas de la siesta, advertí que el oficial y el sargento estaban consumiendo bebidas alcohólicas. Pero no estaban ebrios. Había otros efectivos, entre ellos mujeres policías, que no compartían la ronda de tragos».

 

Enfatizó que «el oficial me pidió que me sentara junto a él. Me preguntó cuál era el inconveniente. Le dije que estaba bien con los demás y no tenía más nada que decir. El sargento fue por atrás y me pegó un fuerte sopapo en la nuca que me dejó aturdido, a la vez que me advirtió que tenía que aprender a estar callado y volvió a pegarme. Me quise levantar y me sacaron el arma y me esposaron. Se produjo un forcejeo. Me  bajaron el pantalón y me apretaron fuerte los testículos. Me tiraron al piso y me arrojaron agua con una manguera. Pidieron a las mujeres policías que se retiren. Me llevaron a la ducha mientras seguían golpeándome y manoseándome mis partes íntimas. Cuando era chico sufrí abusos sexuales y volví a revivir esos momentos muy traumáticos. Me costó reponerme», aseguró.

Abogado. Gustavo Briend,

a cargo de la defensa del cabo. Crédito: Archivo.

 

 

La defensa pedirá que se amplíe la imputación para incluir el abuso

 

La causa está caratulada provisoriamente en el oficio judicial como incumplimiento de los deberes de funcionario público y vejámenes.

 

Interviene la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas, de Clara Belén Arrúa, y el Juzgado de Garantías de Monte Caseros, a cargo  de Eduardo Alegre.

 

Gustavo Biend, que asiste al cabo, comentó que solicitará a la Fiscalía que se incluya en la imputación el delito de abuso sexual.

 

La investigación se encuentra en pleno proceso de instrucción. La Justicia ordenó la citación de testigos para la recepción de declaración testimonial ademas se esperan informes de peritos.

 

El oficial y el sargento se encuentran con prisión preventiva y están suspendidos en sus servicios.

Fuente: republica de corrientes

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